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¡TOMA! Ara, ara vampezá la fiesta, ¡ta!

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Eso, sí; sólo pienso contestar a las preguntas que me salgan de la rajeta abierta.

El novio de Mary Alice estuvo un pelín pesado durante un par de semanas; se presentaba en su casa a las tantas, la acosaba con mensajes a diestro y siniestro, le hacía regalos, le decía que le compraría flores, que le serviría vino, que haría cualquier cosa para que cambiase de opinión. Mary Alice se cansó y tuvo que decirle que como siguiese dando por culo de esa manera tendría que pedirle a su padre que interviniese. Hasta Bree tuvo que ir a hablar con él y aconsejarle que empezase a olvidar a nuestra amiga. “No va a volver ni loca, hijo mío” le dijo Bree en nombre de todos nosotros y de la mismísima Mary Alice.

Tres meses después de este tsunami emocional, Mary Alice, que estaba más feliz que una perdiz, empezó a pensar en retomar cierto contacto con el chaval. Se sentía culpable por la forma en la que todo había sucedido (sentido de culpabilidad es lo que le sobra a mi amiga), pensaba que tenía que mostrar cierto interés por él y que había llegado la hora de hacerlo. Todos le dijimos “Mola; después de tanto tiempo juntos lo suyo sería que os llevarais bien”. Entonces un día Mary Alice le echó huevos y marco el número del chico. Estuvieron hablando unos 45 minutos. Los 3 primeros fueron muy buenos. Jijí. ^^ Luego, cuando la empezó a poner de puta parriba Mary Alice entendió que era el momento de colgar y así lo hizo. Todos le dijimos “¿Qué más quiere que hagas? Anda y que se vaya a la mierda”. Y ahí se quedó.

… Sólo durante un mes más.

A principios de Diciembre, Mary Alice recibe un email del chico. Parece mucho más calmadito y le pide que se vean para hablar del tema una última vez. Que tiene preguntas y que espera que las respuestas de Mary Alice le ayuden a avanzar y no cometer el mismo error dos veces. Mary Alice está bastante cagada porque sabe que la cosa puede acabar en matanza pero aún así acepta la invitación y salen a tomar algo un viernes por la noche.

A la semana me planto en Bruselas y me dice que han vuelto. Me costó un par de minutos creérmelo. Lo cierto es que me habría costado menos creerme que se hubiese hecho lesbiana…

Ahí siguen…

Mary Alice dice: “Le he dejado las cosas claras. No le he prometido nada ni quiero que él me prometa algo. Sabe que me fui una vez y que podría volver a hacerlo. También sé que se podría ir él… Pero hoy estamos juntos y eso es lo que hay.”

Mi amiga está feliz y eso es lo que hay. Y sobre todo, es lo mejor.

Bruselas. Lunes 3 de agosto. Mary Alice me ha citado a las 10h de la mañana en el centro para hablar de lo mal que está. De lo mal que está con su chico, más bien. Llevan tres años y medio juntos y desde hace cuatro meses sabe que lo va a dejar pero no tiene cojones de hacerlo. Acaba de pasar una semana en Marruecos y allí ha visto a su ex (al que dejó por éste) que - palabras más o menos textuales -, “sí que sabía ponerla mirando pa Cuenca”. No le puso los cuernos a su novio durante esa semana de vacaciones pero la reacción que ver a su ex provocó en ella era suficiente para saber que tenía que dejarlo.

“Déjalo hoy mismo” le dije. “Es injusto que pierda su tiempo, que tú pierdas el tuyo y que todo dios menos él sepa que lo vuestro va a acabar en cuanto tú te decidas”. Mary Alice sabe que tiene que hacerlo de una puta vez. Es más, dentro de tres días se va de viaje a Noruega, Dinamarca y Suecia durante una semana con su tío marica y será mejor partir habiendo dejado ese peso en la ciudad.

Por la tarde lo deja. Un dramón. Él le dice que si el problema es que está sexualmente frustrada, puede follarse a otros, que él la esperará en casa. Que se quiere morir, que se va a matar, que no piensa vivir sin ella,… “Se le pasará” le decimos todos a Mary Alice para que se vaya de viaje tranquila. Todos menos Susan Mayer. Uhm.

A los cuatro días, una vez de viaje, Mary Alice recibe un sms de Susan preguntándole cuál es la ciudad en la que está (mi amiga y su tío cambian de ciudad cada día) y el hotel en el que se hospeda porque se ha peleado con su novio del mes y necesita llamarla y hablar con ella, que es la única de nosotros que la aguanta. Mary Alice, inocentona como ella sola, le dice que está en Oslo y le da el nombre del hotel. Quedan en que Susan la llamará esa noche. Cuando Mary Alice baja a recepción a atender la llamada de Susan se encuentra con su recién estrenado ex. Con un ramo de rosas y un anillo de compromiso. Le pide que se case con él. Darling, it is not joke (this is lycanthropy). Sí, Susan le dio los datos al pobre chaval que salió pitando del curro, se pasó por casa para coger el pasaporte, compró un anillo en el aeropuerto y tomó el primer vuelo que pilló. Mary Alice le echa el puteo del siglo al muchacho y éste acaba dejando la ciudad a la mañana siguiente. Luego coge el teléfono y le echa el puteo del milenio a Susan quién, lo estoy viendo desde aquí, le pone su tono de perro apaleao dolorido.

La cosa no acaba ahí. El muy psicópata del ex, al volver a Bruselas y sabiendo que no hay nadie en casa de Mary Alice (ella está fuera y su padre, que es la única persona con la que vive, también) se introduce en ella aprovechando el hecho de que por el jardín puede entrar cualquiera (“y algún día te van a pegar un susto de los buenos, Mary Alice” que le decimos los demás). Encima de psycho, como dicen aquí, es tonto porque le envía un sms a Mary Alice contándole lo que está haciendo y explicando que lo hace “porque quiere ver si ya ha quitado de la pared del cuarto las fotos que tenía puestas de ellos dos”.

Unos días después, Mary Alice regresa a Bruselas y hace una pequeña cena entre amigos para despedirme porque yo vuelvo a Málaga al día siguiente. Ninguno sabemos nada de lo ocurrido y conforme llegamos le preguntamos a Mary Alice si tiene noticias de su ex. Ella nos recibe diciéndonos que tiene el cotilleo del siglo pero que ha de esperar a que estemos todos para contárnoslo. Una vez todos (= la propia Mary Alice, Bree, Gaby, Katherine, Carlos y yo) reunidos, nos cuenta lo sucedido. Durante treinta segundos la gente grita, suspira, ríe, llora, se echa las manos a la cabeza. Acto seguido, hay un silencio sepulcral. Nadie sabe qué carajo decir. Siento como todo el mundo mira a Mary Alice. Es entonces cuando grito eso de:

“¡Jess ha ganado 400 000 euros jugando a la lotería!”.

Las cabezas se giran y ahora me miran a mí.

Eso me gusta más. ;)

(La foto: Esa noche, con Bree).

Sí, tú cuéntamelo, tú cuéntamelo…

Este verano pasé una tarde con una amiga mía de Bruselas. Mucho jijí, jajá, cotilleos de primera y segunda división y largas conversaciones sobre la vida que tenemos cuando de repente me dice: “Manu, te voy a contar algo pero has de prometerme que no se lo vas a decir a nadie porque no quiero que se sepa”. Yo asiento y prometo que nada saldrá de mi boca. Entonces la tía va y me suelta que la semana anterior ganó medio millón de euros en la lotería. OMFG. Podría empezar aquí un post a lo “Mira cómo es la vida-What goes around comes around” pero a lo que iba; en cuanto llego a casa llamo a otra amiga y, con la excusa de que no se conocen entre ellas, se lo zampo todo. Al colgar pienso: “Ya está, ya no se lo diré a nadie más”. Pero el día siguiente voy a cenar a casa de Mary Alice y cuando llego me dice que tiene el cotilleo del siglo. Entonces un diablo de esos que tengo en la cabeza me grita “Tienes que quedar por encima COMO SEA” así que en cuanto ella me cuenta su notición que ya contaré aquí otro día le cuento que nuestra amiga es rica, juas. Y sí, quedo por encima. (6) I’m safe and sound and I’m Untouchable.

Yonosoygay me hizo prometerle hace un par de semanas que no contaría a nadie que nos habíamos convertidos en fuckfriends pero fue llegar a casa a las 09h de la mañana y llamar a Lynette a Australia para decírselo pensando que allí ya sería la hora de la merienda. La muy zorra no contesta y como a esas horas la población belga está durmiendo paso unos momentos de auténtica angustia ya que no sé cómo voy a aguantar un rato con un secreto tan grande en mi boca. Estoy a dos dedos de despertar a mi padre para decírselo. Pero en el último momento decido esperar que pase una hora, que las niñas se vayan despertando y a las 10h empiezo a contárselo a mi Wisteria Lane particular. En total se lo he contado a siete personas. Y cuando Yonosoygay me dice que tendremos que ser discretos cuando nos veamos en Marzo, le digo que sí, que no se preocupe, que seré discretísimo. Que nadie que él conozca sabrá de lo suyo. Jojó. “Vous êtes naïf…”.

El domingo pasado Günter me dijo que estaba bastante infeliz y reprimido porque lleva casi dos años con su chico y hace más de un año que no follan. Gritarle “WHAT THE HELL?!” fue mi primera reacción pero a los 24 segundos me calmé y le dije que vale, que me contase todo lo que quisiese, “I’m not saying anything, mate. I promise”. Me dice que básicamente no sabe porqué pero que no folla, que cuando él quiere, el otro siempre le para. Después de oír esas palabras mi cara es un poema y Günter se caga en sus muertos por haber venido a hablar conmigo, creyendo que iba a encontrar comprensión y dándose de frente con un puteo en toda regla. Al rato, hablando como personas civilizadas, llegamos a la conclusión de que lo único que tiene que hacer si quiere salvar su relación es hablar con su novio y dejar las cosas claras. “Gün, man, in Spain, we often say “Hablando se entiende la gente””. Y como hablando se entiende la gente, ayer cuando fui con Phoebe a cenar a casa de Monica les conté el rollo. “Pero tías, no se lo digáis a nadie, eh”.

Que conste que cuando los secretos son cosas importantes o auténticos dramas personales, me los callo. Pero esto... no. Al fin y al cabo sólo los suelo contar a una o dos personas. O siete, sí.
Pero macho, si no quieres que se sepa, no lo cuentes.

La foto: Sé que salimos matados pero quería poner una reciente y ésta es del sábado pasado. :)

Llegué a Bristol el 29 de Septiembre y Baby, Scary y Ginger, algunas de mis mejores amigas de Málaga, vinieron a visitarme durante la primera semana de Noviembre. En el escaso mes que había pasado aquí ya me había enamorado de la ciudad e incluso le había comentado a Baby que estaba pensando en quedarme a vivir en ella. Baby se extrañaba de que me gustase todo tan rápidamente e incluso llegó a decirme que no lo entendía muy bien.

Pero cuando Baby Spice se bajó del avión y cogió el autobús que la llevaba a mi casa vio que la ciudad es lo más. No es grande ni es pequeña. Ni fría ni acogedora. Ni vieja ni modern(os que miran mal a otros más modernos que ellos – Hazte fan). Ni limpia ni sucia. Ni rosas ni juguetes. Y la verdad es que no es especialmente bonita. Pero tampoco es fea. Mi amiga Virginia Woolf que ya había venido aquí varias veces me dijo durante el verano: “Bristol tiene algo que le mola a todo el mundo”. Y ya sabéis, los locos siempre tienen razón.

Luego Baby Spice llegó a mi casa y no tardó en decirme que le encantaba. No sé lo que ocurre pero en cuanto pones un pie dentro sientes que la casa es tuya o mejor aún; que tú eres de la casa. Recuerdo que antes de venir pensaba que la dejaría a las pocas semanas pero la misma noche de mi llegada dije “Aquí hasta que me vaya”. Por algo será…

Entonces les presenté a Phil, mi compañero de piso. Tiene mi edad. No es grande ni es pequeño. Ni frío ni acogedor… Es super buena gente, cojones; en cuanto llegué me quiso liar con un amigo suyo italiano forrado de pasta. Aguantó que le martirizase durante meses con Fight For This Love, recibiendo, eso sí, el apoyo de mis otros amigos de Bristol quienes le decían eso de “Just know that you’re not in this thing alone”. Trabajamos en el mismo instituto y siempre intenta ponerme las cosas más fáciles de lo que ya de por sí son. Mola.

Las niñas no vieron mi instituto porque cuando les propuse enseñárselo me dijeron claramente que les sudaba bastante, pero ese instituto, conocido como el peor de Bristol - ejem -, me ha traído un montón de alegrías y de risas en estos meses. He tenido la crème de la crème de lo peor y aún así estos delincuentes me han ayudado a resolver mis eternas dudas existenciales. Por fin sé que lo que quiero ser es profesor de lengua en un instituto. Déjate de universidades y de investigación, macho.

Salimos un viernes con mis amigos de aquí. Y las niñas me vieron reírme con Günter (el marica alemán más gracioso de todos los tiempos), entendieron que me llevase tan bien con Monica porque puede que ambos seamos las personas más rancias de este siglo y no se extrañaron al ver como en medio de la noche Phoebe y yo nos piramos juntos a otra discoteca porque en la que estábamos no ligábamos nada.

Esa misma noche, al volver a casa, Baby me dijo que entendía porque me gustaba tanto Bristol y porqué estaba tan feliz aquí. Me emocioné mucho porque a veces ella y yo tenemos conversaciones muy al estilo “epílogo de Mary Alice Young”.

¿Lo más excitante de todo esto? Pues que adoro Bristol, sí, pero estoy seguro de que el año que viene adoraré Boston, jojó. :P

1. Christina Aguilera: Es cierto que los títulos del álbum (Bionic) y del single (Glam) asustan y suenan a 1999 pero no nos quejemos mucho porque la tía (que btw, es Dios y lo será siempre pase lo que pase) saca el disco que todos sus fans estábamos esperando; pop electrónico. Supongo que no será una colección de jitazos y temazos como Blackout o The Fame: Monster pero seguro que sus 47 canciones esconderán 300 sonidos, 300 cambios de melodías, 300 experimentos en forma de canción, letras curradísimas, … Y eso es lo que quiero yo de un disco de la Aguilera. Que me dé lo suficiente para aguantar otros 4 años sin ella. Os confieso que a veces, por la noche me meto en la cama y fantaseo con que Bad Romance es suya. Por la mañana me levanto con lágrimas en los ojos y con los calzoncillos mojados.

2. Alizée: Después de haber hecho dos discos con Mylène Farmer y de darse cuenta de que Mylène lleva haciendo la misma canción desde hace 25 años, Alizée le dio la patada y colaboró con grandes nombres del pop francés para su tercer álbum (Psychédélices) que resultó ser un flop monumental pero que le daba mil vueltas a todo lo que había hecho con la pelirroja. Dentro de dos meses saca el cuarto, Une enfant du siècle (eso sí es un título, Christina), un disco homenaje a la modelo Edie Sedgwick con productores pertenecientes a la escena electro-vanguardista francesa. ¿Qué queréis que os diga? Moi… Lolita será Dios pero Alizée sin Mylène es Lucifer. :P

3. La Mala Rodríguez: Cada año me topo con un cantante que me cambia el mundo y parte del extranjero. En 2006 fue Najoua Belyzel, en 2007; Siobhán Donaghy. Las Girls Aloud me persiguieron durante todo el 2008 y La Mala Rodríguez me hizo el 2009 más placentero. Escuché el Malamarismo casi por casualidad, sin pensar que acabaría apareciendo como oyente principal suyo en lastfm… pero ahí estoy. Me encanta la tía, me encantan sus letras, su forma de rapear, sus melodías. Además, es la típica artista que se supera con cada álbum, por lo que siento que lo voy a flipar cuando saque (perdón, que es La Mala; sake) su kuarto trabajo.

4. Zazie: No sé ni cómo será ni cuándo saldrá (yo sólo creo que saldrá porque ya le va tocando) pero estoy seguro de que haga lo que haga, Zazie sacará uno de los discos de mi vida.

5. Julie Zenatti: Es la Aguilera francesa; mucho talento, mucha voz, muchos discos conceptuales… y a nadie salvo a mí le importa que saque discos. La amo.

6. Girls Aloud: Posiblemente será el último disco de las Aloud quienes luego decidirán separarse, se comerán los mocos (sí, Cheryl, tú también) y volverán dentro de 6 años intentando recuperar lo perdido. Sólo cabe esperar que les hagan un disco bueno como Tangled Up y dejen de contar con la popularidad de la señorita Cole para vender.

7. Shakira: La verdad es que no sé si lo espero o si le temo porque su último álbum en inglés es una auténtica mierda exceptuando los temazos Men in this town, Mon amour y She Wolf (que no La Loba).

8. Marta Sánchez: Tendrá canciones estupendas y otras que darán vergüenza ajena. Pero eso es lo que tiene Marta y hay que conformarse. :) Por otro lado, sabemos que llevará los modelos más sexys y elegantes del planeta cuando esté de promoción así que a mí ya me tiene ganado con eso.

El plan era que Mary Alice y Bree me llevasen a la fiesta que un compañero de universidad suyo daba para que me enrollase con el mulato de la foto con el que he intercambiado alguna mirada lasciva de marica más lasciva aún estos últimos años.

Pero acabé enamorándome perdidamente de la chica de rojo.

Bree la llevó al lavabo para avisarle de que yo era más maricón que Ego de las Saturdays porque al parecer la gente aún no se había dado cuenta de ello. Hay gente muy inocente, sí. Ella dijo que no le importaba y al rato se metió un trozo de mi camisa en la boca. Mary Alice me cogió del brazo y me dijo que me llevaba a casa. “Antes de que se meta otras cosas tuyas en su boca” dijo la muy aguafiestas. Yo no quería irme. Porque por primera vez me lo estaba pasando de puta madre con una chica y ni yo me lo creía.

Hoy no he parado de pensar en ella. Como piensas en un tío. Igual. Yonosoygay me dice que quizás sea bisexual, como él. Yo sé que no lo soy. Pero también sé que tengo que volver a ver a esa chica y follar con ella como sea.