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¿Os acordáis de que hace unos días os decía cosas como que estaba viviendo mi mejor momento ever y tal y pascual?

Uhum.

Pues también hay días en los que - cuidado, que esto es una frase hecha - me gustaría tirarme de un puente.

O mejor dicho, me odio un poco por pequeñas cositas que dejo que me ocurran.
Porque mira que la vida se porta bien conmigo, eh. Pues yo, nada, voy y me saboteo solito.

Baby, Sporty, Mary Alice, Lynette, Rasca y Monica Geller, namely, trustful people, saben (más o menos) de qué estoy hablando.

Claro que hay momentos como los de ayer por la mañana cuando el sol cubría toda Gloucester Road y yo iba comiendo una manzana de camino a la biblioteca. En el iPod, la Aguilera con Keep On Singin’ My Song. No necesitaba nada más. Estaba taaaaan bien...

Aunque el sentimiento no duró porque antes de llegar a la bibli ya habían sonado Lady Blue de Bunbury, Je suis malade de Lara, I Wish You Well de Mariah y S.O.S. de Diam’s. ¡Qué dramón!

:(