Open your mouth, boy. Show me your teeth!

Posted by MAN | Posted in | Posted on 9:12


Recuerdo que en el verano del 2008 la gente (la cibernética, la de los foros en internet,... La que me rodeaba aún no) empezó a hablar de una tal Lady Gaga. Yo en esos momentos estaba en plena época obsesiva con las Girls Aloud (una época que me ha durado hasta hace 2 días como quién dice) así que no presté demasiada atención más allá de un Just Dance que no estaba mal pero que tampoco me volvía loco porque me parecía un tema como muy denso (comparado con los de Kylie y no con las canciones de 8 minutos de Kate Bush) para ser un jitazo. Luego sacó el disco y me lo bajé. No estaba mal: tenía una mitad muy buena (los singles y Boys Boys Boys que me chifló desde el primer día) y una mitad mierda (todo el resto).

Pasaron los meses y yo seguía escuchando exclusivamente a las Aloud pero ya era inevitable enterarse de las cosas que iba haciendo la Rossy de Palma de la canción que se estaba convirtiendo en un personaje popular (la gente de mi alrededor se sabía Just Dance y Poker Face). Entre esas cosas destacan performances de lo más originales, modelitos imposibles, declaraciones sobre su polla y sobre todo, Amnesia y Quicksand, las dos mejores canciones de Circus (aunque no pertenezcan a él) y de Britney en general.

Llegamos a este verano y aunque yo ya no escuchase tanto a las Envozalta (estaba enganchado de mala manera al Malamarismo de La Mala Rodrguíguez) tampoco me motivaba demasiado escuchar a la Gaga, la verdad… Hasta que sacó el brillante vídeo de Paparazzi que fue como una patada en la cara al 90% de los vídeos que se han hecho desde 2005. Lo tuve que ver como unas 34 veces seguidas para disfrutar de cada detalle, cada estilismo, cada guiño, … y no llegué a cansarme de él.

Noviembre 2009. En ese momento estaba hasta la polla de la fea ésta. Todo el mundo era fan, que si la nueva Madonna, que “Britney, vete a tu casa”, que si hace del ridículo una forma de arte… ¡Qué aburrimiento! Pero fue ver el vídeo de Bad Romance, escuchar el tema (después, sí) y renacer. Flipante. Me tuve que bajar los pantalones de lo bueno que me parecía todo. Le pasé la canción a todo dios y todo dios lo flipaba. Cantar a pleno pulmón la parte de “I dont wanna be French” (sí, French) con Rasca y Pica en pleno Trafalgar Square fue uno de los momentazos del año. Y de mi vida.

No me molan sus exageradísimas excentricidades que cansarán más pronto que tarde y no es el tipo de artista del que podría ser fan (basicamente porque no es guapa). Pero gracias a ella sé lo que es ser una freak bitch, baby.

Comments (2)

  1. A mi tanta excentricidad me cansa. Si que es verdad es que esta mujer está innovando o está dando mucho de que hablar con todo lo que hace.

    The Fame no lo he escuchado entero. Monster si y me parece magistral, en especial el Bad Romance, Telephone (con mi negra) y Teeth es una obra maestra(igual que hizo tu madre al parirte. Y Deja de reirte o se te inflará el HIGO :P)!

  2. No me cansaré de decirlo: la Gaga se ha lucido con este segundo álbum, mucho más currado y único que el primero.

    A ver qué nos depara el futuro...

Publicar un comentario