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Me dispongo a escuchar el segundo álbum de Najoua sabiendo que la nena parte con varios puntos en su contra: 1. Las comparaciones son odiosas y su primer álbum me pareció perfecto, por lo que no creo que pueda igualar tal obra maestra. 2. Ha ido retrasando la salida de este álbum durante casi tres años soltando cada seis meses un tema en la web para que la espera no se nos hiciese insoportable a los fans. Y después de haber escuchado los previews de 30 segundos del resto me temo que los temas filtrados eran lo mejor del álbum. 3. Muy bueno tiene que ser un disco de 17 canciones para no resultar aburrido.

La Bienvenue: Una canción que hubiese sido un track 8 perfecto pero que como primer single no funciona y a las pruebas (su fracaso comercial) me remito. Eso sí, cualquier canción del montón de Najoua es mejor que el 99% de las canciones del mundo, por eso sigue siendo Dios. El final casi instrumental es su mayor acierto.

Ma vie n’est pas la tienne: Es ochentera, es noventera, es dosmilera. Es lo mejor. Es un clásico instantáneo. Es el perfecto primer single y de hecho, es tan buena que podría ser el único single. La letra dice que está harta de follar con el mismo y quiere libertad porque “por mucho que me quieras, mi vida no es tuya”.

La trêve de l’amour (ACTE I): Una canción que me gustaría mucho más si no fuese por su letra mesiánica en la que nos dice que nos amemos los unos a los anos antes de que sea demasiado tarde. Habla de ángeles, de señales, de Satán. Y de Mona Lisa. (!)

Ma Sainte-NiTouche: “Mi mosquita muerta”. ¡No diréis que Najoua no tiene los mejores títulos de canción ever! Los versos son lo más y aunque la letra vaya sobre la cirugía estética (juas), hay algo que me dice que hicieron esta canción para mí. Eso sí, el estribillo es un poco BLUFF. Que alguien le diga a Najoua que hay formas de hacer estribillos que no consisten en repetir una y otra vez el título de la canción, por favor.

Quand revient l’été: La sacó en 2007 y es el auténtico primer single del album. Tiene una candidez fingida que la hace muy grande. Compara el principio de una amistad con la llegada de la primavera y su final con la del otoño. Me encanta que empiece susurrando “I love you” y que acabe con un “Hasta nunca” que suena de lo más grave.

Jérémie: Una canción sobre la bisexualidad (todas sus canciones hablan de la bisexualidad) que empieza de manera muy sutil diciendo “Jérémie aime les filles ou les garçons”. Sigue igual de sutil nombrando al Marais (el Chueca parisino) y a Jean Cocteau. Lo peor de todo es que la canción está dedicada al transexual ése que se quedó embarazado. AY OMÁ.

Née de l’amour (ACTE II): Lo que he escrito para La trêve de l’amour (acto II también).

M (Hey Hey Hey): “No me gusta Mylène Farmer para nada y por eso copio plano por plano sus vídeos, sus temas y le dedico la canción con la que promociono este álbum”. Es lo más, la verdad. Y cada vez que la escucho procuro tener cerca una pared para imitarla cuando en el clip dice lo de “Si jamais je voulais voler ton ciel, sous XXL”.

Denis: ¿Las Saturdays? ¿Katy Perry? ¡Demasiado ligera! ¡Totalmente prescindible! Y eso de cantar en inglés como si esto fuese un crossover… No, gracias.

Combien de fois: La que menos me gusta. Al principio parece bonita pero mientras va avanzando te das cuenta de que en vez de bonita, es un rollo. También es como muy noventera: durante un minuto se me ha olvidado lo que era un orgasmo, Geri seguía en las Spice Girls y Monica Lewinsky no existía (todavía).

Viola (dúo con Marc Lavoine): Marc Lavoine es un cantante francés muy famoso que canta como Najoua, como tú, como yo. O sea, que no tiene ni idea de cantar. La canción habla (nunca mejor dicho) del aborto, del maltrato, de la ablación,… ¡Qué guay todo! Una balada bonita que lo sería más si todas las baladas del disco no fuesen iguales.

Quand revient l’été (Intermezzo): Especie de interludio (Janet Jackson, ¿estás ahí?) instrumental en el que un par de violines retoman la melodía de Quand revient l’été. Buena. Bonita. Barata.

L’âme exilée: Es como un sample de 30 segundos que se repite 500 veces y lo mejor es que mola porque son 30 segundos orgásmicos. Es que yo soy muy de canciones esquizofréncias como ésta en la que Najoua le dice a su enemigo interno “¡Sal de mí, impostor!”. Es una canción muy de la primera época de Mylène Farmer y eso está bien.

Au féminin: ¡Sigamos hablando de maltrato! Parece una versión cutre de la banda sonora del Jorobado de Notre Dame con esos silbidos y esos quejidos que nos suelta. Huele a nieve. Y apesta a barato. :S

Fille d’Orient ou d’Occident: ¿Otra vez Viola? ¿Otra vez L’âme exilée ? ¡Bah, son todas iguales! Y todas muy bonitas, eh. El hecho de que huya de las estructuras comunes de una canción y que sea muy corta la convierte en una de las (gratas) sorpresas del álbum.

Tout va bien: La típica canción en la que el que está a punto de palmarla le dice a sus seres queridos que se va encantado de la vida, que “todo va bien”. O sea, la típica canción que me encanta. Su estribillo es la cosa más bonita del mundo. Una de mis favoritas.

Viens, viens: “No me gusta Mylène Farmer y por eso versiono a la única cantante que ella ha versionado. Es todo pura casualidad”. Tenían pensado sacarla como primer single pero se pararon a escucharla y decidieron dejarla como bonus track de la edición limitada. Mejor así. Y por cierto, aunque parezca que no, sí que me gusta. Es más, me encanta.

Conclusión: Tenía razón de tener esos miedos porque el disco no iguala ni de lejos la calidad del primero, ya conocía las mejores canciones (exceptuando la mejor; Ma vie n’est pas la tienne) y tres o cuatro temas menos lo habrían hecho más fácil de digerir.

Top 3: Ma vie n’est pas la tienne, Tout va bien, L’âme exilée.